Los cambios.... Una situación personal me ha hecho pensar mucho en los cambios, en cómo les hacemos vivir a los niños los cambios, y cómo los vivimos los niños grandes llamados adultos. Cómo un simple cambio de funcionamiento de una escuela hace salir a la luz todos nuestros miedos, toda nuestra rigidez...
Nos olvidamos de la ilusión, del pellizco en el estómago, del miedo porqué no decirlo, y de la sensación de estar vivos que nos hace sentir cada cambio que vivimos en nuestra vida, el primer dia de colegio o de guarderia, el primer día de esplai, el primer día en el instituto, el primer beso, el primer día de universidad, la primera pareja, el primer trabajo, la aparición de nuevos amigos, el primer hogar propio, la nueva etapa de la vida en común, casarte, el primer hijo, y la ilusión y las dudas de los siguientes, el cambio de un nuevo trabajo, de una nueva casa....
Los cambios, esas maravillosas etapas que vivimos y que nos olvidamos de disfrutar, y cómo a la vez sentimos un miedo atroz a un cambio que nos da la vida, a un simple cambio de escuela, lo sentimos como algo que no controlamos, y que nos puede dañar, cuando en realidad es una oporutnidad de aprender de enseñarles a unos niños que la vida es cambio, que si la naturaleza cambia cada día, como no vamos a cambiar nosotros, a crecer a madurar, a aprender, a dejarnos sorprender por los demás, por personas nuevas, o redescubrir cada día a las personas que nos rodean como nuevas personas, cada día aprendemos y cambiamos.
Aunque no queramos, aunque no seamos conscientes de ello, lo hacemos, cada día envejecemos, crecemos o disminuimos (dependiendo de la edad de cada uno), cada día maduramos, y cada día mejoramos.
Lo único que nos falta es ser cada dia, en cada momento CONSCIENTES de esos aprendizajes, de esas oportunidades que nos da la vida de darnos cuenta de nuestros miedos, de nuestras frustraciones, de nuestros traumas, de nuestra oscuridad, para poder aprender y cambiarlos por AMOR, LUZ, APRENDIZAJE, y convertirnos en personas conscientes del constante cambio para ser mejores.
Poder redescubrir cada día y poder ver con nuevos ojos, y dejar que nos sorprendan las personas que nos rodean, poder volver a enamorarnos cada día de nuestra pareja, nueva cada día; poder disfrutar de cada cambio que hacen nuestros hijos, amigos, hermanos...
Y sobretodo poder mirarnos al espejo y descubrir una persona nueva y distinta cada día.
Ojalá lleguemos a vivir en esa ilusión constante, de ver lo mejor en el otro, y en uno mismo, para poder vivir en un MUNDO VIBRANDO DE AMOR.
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